viernes, 21 de febrero de 2014
Time
El amor se muestra de distintas formas, no creo que se repita alguna. Nos sumerge en una realidad en donde somos simplemente náufragos ciegos en el océano formado por una sola persona, quien es el dueño de nuestra alma. El amor al igual que el mar, se recoge y a veces desaparece, dejándonos expuestos, desnudos ante la realidad. Al panorama contextual, se le suma otra variable, que aplaca y suaviza el dolor que emerge después de recuperar la vista: el tiempo. ¡Cuán necesario es el tiempo!, al que le debemos respeto, ya que es gracias a él que nos conocemos nosotros mismos, y no nos revolcamos en las locuras que nuestra mente despechada nos lanza. Pero si lo respetamos demasiado, se jacta de su buen juicio, reprimiendo las oportunidades que el amor nos trae. El amor es maravilloso, el Creador nos da el sentimiento más hermoso para que lo sintamos una y mil veces. Somos afortunados los que sufrimos, porque tenemos una capacidad inmensa de amar, y como dijo la Madre Teresa de Calcuta: "Ama hasta que duela, si duele es buena señal.
miércoles, 12 de febrero de 2014
En mi
"Después del amor, la indiferencia es asesina, despedaza el alma y el corazón. Pero es un buen catalizador del olvido" J. Gerlach
domingo, 9 de febrero de 2014
It's True
Asustada, ella se refugia en sus libros, creyendo con todo su corazón que son verdaderos. Sabe que si los deja, quedará vulnerable. Pero por otro lado, el mundo la llama para dejarlos y ser feliz, como ella sabe y conoce. Los libros le muestran algo distinto, una felicidad paralela, descrita con amor, paz y humildad. Ella teme, sabe lo que tiene que hacer y titubea por el mundo. A veces piensa lo difícil que es tomar una decisión, ya que siempre hay variables que cambian el sentido, la dirección de lo que se propone. Hay veces que ella solo sigue lo que piensan los demás, se lamenta y vuelve a refugiarse en sus libros, los que siempre la reciben con sus páginas abiertas.Ella cree en esta nueva felicidad que éstos le prometen, dejando lo demás atrás. Pero hay algo que la aqueja. Ella se enamoró de una parte del mundo, de otro como ella, que antes estuvo en sus libros y ahora los deja poco a poco, para irse con lo demás, con el pasado que ella intenta dejar. De nuevo alcanza sus libros, pero titubea, teme perderlo. Sus libros le gritan que lo deje, pero ella no los escucha, he intenta seguirlo, hasta que él la deja atrás. Ella sufre aunque sabe que la tristeza acabará. Y acabará.
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