viernes, 10 de junio de 2011

Female


Es increíble la reacción de un hombre cuando le dices que tienes una hija. De inmediato cambian la actitud y muestran menos interés en hablar y escuchar. ¿Cuál es el miedo?, si no existe niño o bebé que no tenga padre... La responsabilidad no recaerá en nadie más. Pero quizás sea ese miedo, el mismo que tienen los padres al saber que lo serán. No responden de inmediato ante el cuidado de un hijo, sino que escapan de esa realidad excusándose con que aportan el dinero necesario para las necesidades de este nuevo ser. El peso, ya es sabido, recae en nosotras las mujeres quienes dividimos nuestro tiempo en ser madres, amas de casa, estudiantes y al final, mujer como tal. Cuesta al principio, este último punto es el que más queda atrás, ya que nos apasionamos mucho con los otros, sobre todo siendo mamá. Ya cuando dominamos el tema empezamos a acomodarnos con la casa y estudios, y al último volvemos a mirarnos al espejo. Es ahí cuando el autoestima crece y podemos sentirnos lindas. En este instante podemos superar los obstáculos con que topábamos como una dolorosa ruptura. Es genial poder entender que en realidad valemos mucho y mucho más que antes. El pasado queda atrás y nos entregamos al presente, disfrutándolo a cada momento junto a nuestra eterna nueva compañía :)

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