Ya va casi un mes del gran terremoto.
Ayer volví a Rancagua, desde antes de este suceso que no lo hacía. A cambiado casi todo, hay letreros de peligro inminente en casi todo el centro histórico. La catedral quedó un poco destruida, cambia el aspecto de la plaza de los Héroes pero al mantenerse de pie muestra que Rancagua no muere y que puede reconstruirse. El centro está normal, pero qué distinto es comparándolo con los de la quinta región. Se escuchan los pasos y las conversaciones de la gente, no hay tanto ruido como en las grandes ciudades, los buenos días y gracias se mantienen como siempre, familias enteras tomando helado en la plaza, gente caminando rápido hacia sus trabajos y tiendas abriendo para un nuevo día laboral. Mi madre me acompañó a hacer diligencias al notario, estaba vacío y no demoramos casi nada, pero no pude pasar más tiempo con ella ya que el horario del liceo la manda y debe ir a hacer clases. Ahora estoy en casa de mi abuela pero también mi casa por ahora. A simple vista se ve normal, pero en el living se ve el cielo, por fuera se puede notar cómo el muro de los costados del living se separaron del resto de la casa. Es triste, pero gracias a Dios todos estamos sanitos y muy bien. El domingo aprovecharé de salir con mi mami (abuuu) y hermano a misa, por lo del domingo de ramos, para más tarde volver al puerto.
Estoy contenta de estar en casa :)
Nota Rosa: Iglesia Catedral de Rancagua. Se construyó en el siglo XVI y reconstruida en el siglo XIX.
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